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ENTENDIENDO LAS FASCICULACIONES Y CALAMBRES: CAUSAS Y QUÉ SIGNIFICAN

¿Qué son las fasciculaciones y los calambres?

Las fasciculaciones son contracciones musculares involuntarias, pequeñas y localizadas, que ocurren de forma espontánea en un grupo de fibras musculares inervadas por una misma neurona motor. Una fasciculación es cuando un pequeño grupo de estas fibras se activa por sí solo, sin que tú lo decidas conscientemente. Estas contracciones suelen ser lo suficientemente sutiles como para que solo se vean como un ligero temblor o una vibración justo debajo de la piel, y generalmente no provocan ningún movimiento en la extremidad. Muchas personas experimentan fasciculaciones en algún momento de sus vidas, y en la gran mayoría de los casos, son completamente benignas.

Los calambres , en cambio, son contracciones musculares involuntarias, repentinas ya menudo dolorosas que afectan a un músculo entero o un grupo de músculos. Durante un calambre, el músculo se tensa y se resiste, y la sensación puede variar desde una molestia leve hasta un dolor muy intenso. Los calambres pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. Al igual que las fasciculaciones, los calambres son una experiencia común y, aunque pueden ser muy molestos, en la mayoría de las situaciones no son indicativos de un problema grave de salud.
 

¿Qué puede causar las fasciculaciones y los calambres?

Las causas de las fasciculaciones son diversas. En muchos casos, ocurren en personas sanas y pueden estar relacionados con factores como el estrés, la ansiedad, la fatiga, el ejercicio intenso o el consumo de cafeína. También pueden ser un efecto secundario de algunos medicamentos. Si bien las fasciculaciones pueden ser un síntoma de ciertas enfermedades neurológicas que afectan a las neuronas motoras (como la ELA), oa los nervios periféricos, es crucial entender que la inmensa mayoría de las personas que experimentan fasciculaciones no tienen estas enfermedades.

Los calambres también tienen una amplia gama de posibles causas. Los calambres musculares asociados al ejercicio son comunes ya menudo se relacionan con la fatiga muscular, la deshidratación y los desequilibrios de electrolitos como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio. Otras causas comunes incluyen el embarazo, la inactividad prolongada, ciertas condiciones médicas como la insuficiencia renal crónica, la diabetes, problemas circulatorios y algunos medicamentos (diuréticos, estatinas, etc.). Al igual que con las fasciculaciones, aunque los calambres pueden ocurrir en el contexto de enfermedades neurológicas, la mayoría de los calambres tienen causas benignas.

Entre los síndromes más frecuentes asociados a estos síntomas, especialmente cuando son más notorios, se encuentran el síndrome de fasciculaciones benignas (solo fasciculaciones sin otros problemas) y el síndrome de calambres-fasciculación idiopático (coexistencia de ambos sin causa clara).
 

¿Cómo se sienten y se ven?

Las fasciculaciones se perciben a menudo como un pequeño temblor, una vibración o un latido justo debajo de la piel. A veces, la persona que las tiene puede ver el músculo moverse ligeramente.

Los calambres se sienten como un dolor agudo e intenso en el músculo afectado, que se siente duro al tacto. Una vez que pasa el calambre, puede quedar una sensación de dolor o sensibilidad en el músculo.
 

¿Cuándo deberías considerar consultar a un especialista?

Aunque la mayoría de las fasciculaciones y los calambres son benignos, hay situaciones en las que es recomendable buscar atención médica, especialmente si estos síntomas se acompañan de:

  • Debilidad muscular.
  • Pérdida de sensibilidad.
  • Cambios en el tamaño de los músculos (atrofia).
  • Síntomas que empeoran progresivamente.
  • Dolor persistente que interfiere con tus actividades diarias.

En estos casos, es recomendable acudir a un  especialista en neurología para una evaluación más detallada. El especialista podrá determinar si se necesitan estudios adicionales para descartar causas neurológicas u otras condiciones médicas.
 

¿Qué pruebas se pueden realizar?

La evaluación puede incluir un examen físico detallado y una revisión de su historial médico. Si el médico sospecha una causa subyacente, podría solicitar un análisis de sangre para evaluar los niveles de electrolitos, la función tiroidea, renal y hepática, entre otras. En algunos casos, se puede realizar una electromiografía (EMG) , que mide la actividad eléctrica de los músculos y los nervios, y estudios de velocidad de conducción nerviosa (VCN) para evaluar la función de los nervios periféricos.
 

¿Cómo se suele abordar?

El manejo de las fasciculaciones y los calambres depende de la causa. En muchos casos benignos, no se requiere un tratamiento específico más allá de tranquilizar al paciente y aconsejar sobre posibles factores desencadenantes (como reducir el consumo de cafeína o mejorar la hidratación). Para los calambres, las medidas preventivas como el estiramiento regular, mantener una buena hidratación y asegurar una ingesta adecuada de electrolitos pueden ser útiles. Durante un calambre, estirar suavemente el músculo afectado a menudo proporciona alivio. En casos donde los síntomas son severos o están relacionados con una condición médica subyacente, se puede considerar el tratamiento farmacológico bajo la supervisión de un médico.

Recuerda que, si bien es importante estar informado sobre las posibles causas de las fasciculaciones y los calambres, la mayoría de las veces no son motivo de preocupación. Sin embargo, si tienes dudas o experimentas otros síntomas asociados, siempre es mejor consultar con un profesional de la salud.

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