Artrosis de cadera

La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa que afecta la articulación de la cadera. Se caracteriza por el deterioro progresivo del cartílago articular y el hueso subyacente, causando dolor, rigidez y dificultad para mover la articulación. A medida que la enfermedad avanza, puede haber una deformidad de la articulación y una pérdida de movilidad. La artrosis de cadera es común en personas mayores, pero también puede ocurrir en personas más jóvenes debido a lesiones previas, desgaste natural del cartílago o problemas congénitos.
 

Causas de la artrosis de cadera

La artrosis de cadera se produce cuando el cartílago que recubre las articulaciones de la cadera se desgasta. Esto puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo:

• Envejecimiento: El desgaste natural del cuerpo a medida que envejecemos puede causar artrosis de cadera.
• Lesiones: Lesiones previas en la cadera, como una fractura o una luxación, pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis de cadera.
• Desviaciones de la articulación: Anomalías en la forma de la articulación de la cadera, como una displasia de cadera, pueden aumentar el riesgo de artrosis de cadera.
• Sobrepeso: El exceso de peso puede aumentar el estrés en las articulaciones de la cadera y aumentar el riesgo de artrosis de cadera.
• Trastornos genéticos: Algunos trastornos genéticos pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis de cadera.
• Otras enfermedades: Enfermedades como la osteoporosis, la artritis reumatoide y el lupus pueden aumentar el riesgo de artrosis de cadera.
   

Diagnóstico de la artrosis de cadera

El diagnóstico de la artrosis de cadera se basa en una combinación de la historia clínica, los síntomas, el examen físico, las imágenes radiográficas y, en algunos casos, la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC). La historia clínica se utiliza para determinar los síntomas y la duración de estos, así como cualquier antecedente de lesiones o enfermedades que puedan estar relacionadas con la artrosis de cadera. El examen físico se utiliza para detectar cualquier dolor o inflamación en la articulación de la cadera, así como cualquier limitación de movimiento o debilidad. Las radiografías de cadera, son útiles para detectar cualquier desgaste o degeneración en la articulación de la cadera. La RM o la TC se utilizan a menudo para obtener imágenes detalladas de la articulación de la cadera y pueden ayudar a identificar cualquier problema adicional, como una fractura o una lesión de los ligamentos.
 

Tratamiento de la artrosis de cadera

El tratamiento de la artrosis de cadera puede incluir opciones no quirúrgicas, como el uso de analgésicos, antiinflamatorios, fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento.

Las infiltraciones ecoguiadas en la artrosis de cadera son una técnica médica utilizada para aliviar el dolor y la inflamación en la articulación de la cadera. El procedimiento consiste en inyectar un medicamento antiinflamatorio, ácido hialurónico o factores de crecimiento plaquetarios directamente en la articulación a través de una aguja guiada por ecografía, lo que permite una mayor precisión. Esta técnica se utiliza como tratamiento adyuvante en pacientes con artrosis de cadera y puede mejorar la calidad de vida del paciente. Sin embargo, no es una cura para la enfermedad y solo debe ser realizada por un especialista en traumatología u ortopedia con experiencia en el uso de la ecografía.

Si el dolor provocado por la artrosis de cadera no es controlable por medios conservadores existen opciones quirúrgicas como la artroplastia total de cadera (reemplazo total de la cadera) o la artroplastia parcial de cadera (reemplazo parcial de la cadera). El tratamiento adecuado dependerá de la gravedad de la enfermedad y de las necesidades y preferencias del paciente. Es importante mencionar que la prevención y el control de peso son fundamentales para retrasar el avance de la enfermedad.
 

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