Infiltración ecoguiada interfascial trapecio inferior y extensor de la columna
- 14/02/2023
Las infiltraciones ecoguiadas interfasciales del plano fascial entre el músculo trapecio inferior y el extensor de la columna, persiguen el alivio sintomático de aquellos pacientes con dolor crónico de origen miofascial. Como ya vimos en artículos anteriores, podemos realizar estas infiltraciones con anestésicos locales y corticosteroides, en los casos de dolor resistente que no acaba de mejorar con ninguna medida conservadora o de forma combinada con la rehabilitación.
La infiltración ecoguiada de un espacio interfascial libera posibles adherencias entre los músculos en cuestión y al llevar un anestésico local bloquea los nervios y las terminaciones nerviosas que circulan en este plano interfascial, dando alivio sintomático al dolor crónico, mejorando la inflamación y la función muscular.
De nuevo recordar la importancia del tejido conectivo que recubre y limita los músculos (fascias) a través del cual circulan nervios, vasos sanguíneos y pequeñas terminaciones nerviosas responsables del dolor.
El empleo de la ecografía nos dota de un arma eficaz, segura y precisa para evitar aquellas estructuras nobles que no han de ser lesionadas en el procedimiento médico. En la figura 1 observamos la importancia de los puntos gatillo del músculo trapecio inferior y el patrón del dolor referido según el punto gatillo observado.
Figura 1: puntos gatillo (X) y dolor referido del músculo trapecio inferior.
Indiscutible la importancia del trapecio inferior en la movilidad de la escápula, implicado en la elevación del hombro, asistiendo al serrato anterior, y controlando la caída del brazo en el descenso.
La infiltración ecoguiada interfascial a nivel trapecio inferior-extensor de la columna puede reducir la inflamación, el dolor y mejorar la función muscular, e indirectamente, mejorar la alteración de la movilidad escapular causada por el dolor.
Las infiltraciones ecoguiadas interfasciales del trapecio inferior y rector de la columna (véase figura 2) están indicadas en aquellos dolores miofasciales crónicos que pueden ser la causa de reducción de la rotación superior escapular y de pérdida de función del hombro secundaria. La inhibición del trapecio inferior suele estar relacionada con la discinesis escapular y ésta a su vez puede ser la antesala de un dolor de hombro.
El dolor crónico en ambos músculos puede deberse a causas posturales, sobrecarga, sobreuso, movimientos de repetición, esfuerzos físicos o lesión miofascial.
Figura 2: Acceso de la aguja al espacio interfascial entre trapecio inferior y erector de la columna (línea blanca).
Ambos músculos son asiento frecuente de dolor agudo y crónico en la práctica clínica. La primera línea de tratamiento la constituye la terapia física con estiramientos asociados a técnicas de liberación miofascial, masajes de deslizamiento profundo con fricción, etc…
Aquellos pacientes que no logran mejorar con los diferentes tratamientos rehabilitadores son candidatos a las infiltraciones ecoguiadas interfasciales.