Infiltración ecoguiada interfascial trapecio superior y elevador de la escápula

En este caso hablamos sobre las infiltraciones ecoguiadas interfasciales del músculo trapecio superior y del elevador de la escápula. Ambos comúnmente afectados por procesos de dolor, bien sea por causas posturales, sobrecarga, sobreuso, movimientos de repetición, esfuerzos físicos o lesión miofascial.

Las infiltraciones ecoguiadas a nivel interfascial persiguen el objetivo de dar analgesia a los grupos musculares causantes del dolor agudo o crónico. Las fascias se entienden como aquel tejido conectivo que rodea los músculos y los separa. A través de ellas circulan nervios y vasos sanguíneos. La guía ecográfica nos permite depositar un medicamento (anestésicos locales, corticoides, prp, etc…) con extrema precisión, minimizando los riesgos de lesión de estructuras vasculonerviosas.
 

Las indicaciones de la infiltración ecoguiada interfascial se reservan para una segunda línea de tratamiento, cuando la terapia física y la rehabilitación no pueden controlan el dolor. Las infiltraciones ecoguiadas interfasciales están indicadas en:

• Lesiones miofasciales: para tratar puntos gatillo y dolor muscular crónico que pueden ser la causa de dolor y pérdida de función.
• Dolor crónico musculoesquelético: puede ser útil en el tratamiento del dolor en la espalda, hombro, rodilla y otras articulaciones.

El trapecio superior es el más importante de los estabilizadores de la escápula. Su afectación en forma de hiperactividad, rigidez, sobrecarga o fatiga puede ser determinante para que el equilibrio muscular de la escápula se altere, y con esta alteración aparezca una movilidad escapular errática, asiento frecuente de dolor en hombro y a nivel cervical.

Por su parte el elevador de la escápula es un músculo estabilizador del ángulo superomedial de la escápula, que contribuye a la elevación de esta.
 

Ambos músculos son asiento frecuente de dolor agudo y crónico en la práctica clínica diaria. La primera línea de tratamiento la constituye la terapia física, masajes (de deslizamiento profundo con fricción, compresión), estiramientos asociados a técnicas de liberación miofascial, etc…

Aquellos pacientes que no logran mejorar con los diferentes tratamientos rehabilitadores son candidatos a las infiltraciones ecoguiadas interfasciales.