Disfunción de la articulación sacroilíaca
- 01/03/2023
La articulación sacroilíaca es la unión entre el sacro y el hueso ilíaco, y se encuentra en la parte inferior de la columna vertebral. Esta articulación es esencial para la estabilidad y la función del área pélvica y se compone de una serie de ligamentos y músculos que permiten el movimiento limitado. Es una articulación sinovial, lo que significa que está recubierta por cartílago articular y tiene una cápsula articular que contiene líquido sinovial. La disfunción sacroilíaca puede causar dolor en la parte baja de la espalda, las caderas y las piernas (ver figura 1), y puede ser el resultado de una lesión, una carga excesiva o un desequilibrio muscular.
Figura 1: Patrón de dolor referido en extremidades inferiores de la disfunción de la articulación sacroilíaca
Causas de la disfunción de la articulación sacroilíaca
La disfunción sacroilíaca puede ser causado por varias razones, que incluyen:
- Lesiones traumáticas: Una lesión directa a la región lumbar, pélvica o de la cadera, como una caída, un accidente automovilístico o una lesión deportiva, puede dañar la articulación sacroilíaca y causar dolor.
- Longitud diferente de tus piernas: la diferente longitud de tus piernas puede alterar la biomecánica de las articulaciones sacroilíacas y puede causar dolor a este nivel.
- Desgaste articular: La osteoartritis, una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones, también puede afectar a la articulación sacroilíaca. El desgaste articular en esta articulación puede causar dolor, rigidez y limitación del movimiento.
- Embarazo: Durante el embarazo, las hormonas pueden suavizar los ligamentos de la pelvis, lo que puede causar dolor en la articulación sacroilíaca y la pelvis.
- Sobrecarga: La sobrecarga en la articulación sacroilíaca puede provocar dolor. Esto puede ser causado por una actividad física intensa o un aumento repentino de la actividad física.
- — Enfermedades inflamatorias o reumáticas: pueden provocar inflamación selectiva de esta articulación provocando dolor y limitación funcional.
Diagnóstico de la disfunción de la articulación sacroilíaca
El diagnóstico del disfunción sacroilíaca puede ser difícil, ya que el dolor puede ser similar al de otras afecciones de la columna vertebral y la pelvis. Para determinar si el dolor es causado por la articulación sacroilíaca, los en traumatología deportiva se suele utilizar una combinación de:
- Historia clínica: El médico preguntará sobre los síntomas, la duración y la intensidad del dolor, así como también sobre cualquier evento o actividad que pudiera haber desencadenado el dolor.
- Examen físico: El médico puede realizar pruebas físicas para evaluar el rango de movimiento, la fuerza muscular y la presencia de puntos dolorosos.
- Radiografías: Las radiografías pueden ayudar a detectar anomalías en la estructura de la articulación sacroilíaca.
- Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM): Estos exámenes de imagen pueden proporcionar una vista detallada de la articulación sacroilíaca y pueden ayudar a detectar cualquier lesión o inflamación.
- Infiltración ecoguiada de anestésico local: Si el médico sospecha que el dolor está relacionado con la articulación sacroilíaca, puede realizar una inyección de anestesia en la articulación para determinar si el dolor desaparece temporalmente después de la inyección.
En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales para descartar otras causas de dolor en la pelvis o la columna vertebral. Una vez que se ha diagnosticado el dolor de la articulación sacroilíaca, el médico puede recomendar tratamientos para aliviar los síntomas.