Lesiones de tobillo en futbolistas II. Lesiones agudas y por sobre uso más allá del esguince
- 29/03/2023
Como ya comentamos anteriormente las lesiones musculares y los esguinces de tobillo son las lesiones con más incidencia en la práctica del futbol. Ya vimos como los esguinces de tobillo pueden llegar a representar el 80% de las lesiones de la extremidad inferior en el futbolista, aunque no son las únicas que pueden afectar al tobillo.
Los hematomas y contusiones son lesiones frecuentes pero menores. Se producen por contacto con un oponente o contra el suelo, y ocasionan dolor, inflamación y reducción de las funciones musculares, pero raramente se complican ni ocasionan baja del futbolista.
Otra lesión que puede acontecer en los futbolistas es la lesión osteocondral del astrágalo. Son lesiones del cartílago del astrágalo (hueso del tobillo que articula con tibia y peroné). Ocasiona dolor mal definido, inflamaciones de repetición que suelen confundirse por sus síntomas inespecíficos con esguinces de tobillo crónicos. Es importante, ante su sospecha, realizar estudio radiológico y por resonancia magnética. Su tratamiento, en función de su tamaño y su localización, puede requerir una intervención quirúrgica. Hay estudios de traumatología deportiva que avalan el uso de plasma rico en plaquetas o ácido hialurónico para mejorar esta lesión.
Diferentes estudios en traumatología deportiva indican la baja frecuencia de las fracturas de tobillo en los futbolistas. Su incidencia oscila entre el 1 y 9% de todas las lesiones. Las fracturas de tobillo son las más frecuentes de las fracturas de la parte baja de la pierna(36%), seguidas de las fracturas de pie(33%) y de las fracturas de tibia (22%). La gran mayoría de estas lesiones aparece durante la competición.
Según los estudios publicados de traumatología deportiva que versan sobre las lesiones de tobillo en los futbolistas, el tendón del tobillo que con mayor frecuencia se ve afectado es el tendón de Aquiles. La rotura aguda total del tendón de Aquiles es frecuente en la práctica del futbol. Se calcula que 9 casos por cada 100000 roturas de Aquiles se atribuyen a este deporte. Su lesión no traumática también es frecuente en jugadores de futbol. La tendinitis, la tendinopatía de su tercio medio o a nivel de su inserción pueden ser causadas por sobreuso, errores de entrenamiento, predisposición física personal o incluso medicamentos. Los factores de riesgo para sufrir lesiones tendinosas aquileas por sobreuso son las superficies de juego duras, el calzado inadecuado, el aumento de intensidad del entrenamiento o la disminución de la flexión dorsal del tobillo.
Pero existen también lesiones no traumáticas que son frecuentes en los futbolistas. El impacto reiterado del balón durante el paso de los años provoca que estos microtraumatismos en la cara anterior e interna del tobillo predispongan a la presencia de osteofitos (formación de hueso en forma de picos de loro que son una traducción de degeneración de la articulación) en la parte más anterior de la articulación del tobillo. Es el denominado pinzamiento anterior del tobillo. Diferentes investigaciones de traumatología deportiva calculan que hasta el 60% de los futbolistas sufren esta lesión, que puede condicionar dolor y restricción de la flexión dorsal del tobillo. Para solucionar esta lesión el futbolista requerirá con alta probabilidad una intervención quirúrgica.
El pinzamiento posterior del tobillo es otro cuadro con presencia en futbolistas. Bien sea por un traumatismo agudo o por el estrés crónico al que el tobillo está sometido en la práctica del futbol. Se presenta como dolor en la parte posterior del tobillo y a la flexión plantar del mismo (gesto de acelerar cuando conducimos) en aquellas situaciones de golpeo de balón o al correr. Diversas patologías presentes en futbolistas pueden provocar este cuadro: tendinopatía del tendón de Aquiles, os trigonum sintomático (hueso accesorio en la parte posterior del astrágalo que puede provocar dolor), bursitis, fracturas, etc… La mayoría de los futbolistas afectaos de pinzamiento posterior del tobillo mejoran con tratamiento conservador.
