
Síndrome del pectoral menor
- 10/02/2023
¿Qué es síndrome del pectoral menor?
El síndrome del pectoral menor es una condición en la que el músculo pectoral menor, músculo que se encuentra insertado entre la escapula y de la 3º a 5º costilla, comprime estructuras nerviosas o vasculares como el plexo braquial, la arteria axilar o la vena axilar. Su rigidez, acortamiento, inflamación o la presencia de puntos gatillo (contracturas que se presentan dentro del músculo. Ver artículo de dolor miofascial) pueden provocan alteraciones de la movilidad escapular (discinesis escapular) y compresiones de estas estructuras vasculonerviosas.
El síndrome del pectoral menor forma parte de otro síndrome, del cual ya hemos hablado (Ver artículo sobre síndrome del desfiladero torácico) en el cual la compresión del plexo braquial se produce por debajo de la clavícula, y concretamente por debajo de la inserción del músculo en la apófisis coracoides (escápula).
¿Cuáles son las causas del síndrome del pectoral menor?
La etiología del síndrome del pectoral menor es multifactorial y puede incluir una combinación de factores anatómicos, posturales y de sobreuso. Algunos de los factores que pueden contribuir a su desarrollo incluyen:
- Anatomía anormal: Algunas personas tienen variantes anatómicas en la inserción del músculo que les hace más propensas a desarrollar el síndrome del pectoral menor.
- Postura incorrecta: Mantener una postura incorrecta durante un período prolongado de tiempo o malas posturas ya instauradas, con los hombros excesivamente anteriores, pueden aumentar la tensión en el pectoral menor y contribuir a la compresión(Ver artículo sobre Síndrome Cruzado Superior de Janda).
- Deportes de lanzamiento con actividad del brazo por encima de la cabeza: que requieren mucho lanzamiento, como el béisbol, el baloncesto, tenis, voleibol, balonmano o natación, pueden aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome del pectoral menor.
- Actividad física extenuante: El levantamiento de pesas, la natación y otros deportes extenuantes pueden aumentar la tensión en el pectoral menor y contribuir a su desarrollo.
- Traumatismos de repetición: llevan a la formación de tensión y puntos gatillo el pectoral menor, que provocan su acortamiento y pueden aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome del pectoral menor.
- Traumatismos agudos: lesiones por hiperextensión del cuello, accidentes de tránsito y los latigazos cervicales pueden ser causantes del síndrome del pectoral menor.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome del pectoral menor?
La principal sospecha diagnóstica son aquellos cuadros de dolor cervical y hombro con parestesias en una o ambas extremidades superiores, en las que las pruebas diagnósticas no nos aclaran el dolor irradiado a las extremidades superiores.(resonancia cervical y hombro, electromiografía no aclaran el patrón de dolor en extremidades superiores) .Un síntoma de sospecha importante es el dolor o sensibilidad a la palpación de la apófisis coracoides(lugar de inserción proximal del pectoral menor)
El dolor suele ser el síntoma principal que se localiza a nivel de cara anterior de hombro, tórax, cuello y en los brazos, donde el acorchamiento, entumecimiento y hormigueo que puede llegar hasta el 4º y 5º dedos de la mano. Si existe compresión de estructuras vasculares los pacientes pueden referir frialdad del brazo afecto o edema e hinchazón del mismo.
¿Cómo se diagnostica el síndrome del pectoral menor?
El diagnóstico del síndrome del pectoral menor se realiza a través de una combinación de historial clínico, examen físico y pruebas de imagen. Su diagnóstico, a menudo, es tardío y se convierte en un reto para el especialista, dado que la sintomatología es común a otros procesos como atrapamientos nerviosos del brazo o problemas cervicales. Algunos de los pasos que se pueden tomar para diagnosticar el síndrome del pectoral menor incluyen:
- Historial clínico: El médico preguntará acerca de los síntomas, la historia médica y el estilo de vida del paciente, ocupación, deportes, antecedentes de traumatismos previos. Importante si realizan deportes overhead (con actividad por encima de la cabeza) o trabajan con elevación reiterada de las extremidades superiores.
- Examen físico: El médico realizará un examen físico para evaluar la fuerza, la movilidad y la sensibilidad en el hombro y el brazo. Existen tests diagnósticos para reproducir la sintomatología dolorosa del paciente. Importante la positividad del Test de Roos (Ver artículo sobre síndrome del desfiladero torácico).
- Pruebas de imagen:Suelen ser normales o no justificar la clinica de dolor irradiado a extremidades superiores. Las pruebas de imagen, como radiografías, resonancia magnética o una tomografía computarizada, no pueden ayudar a confirmar el diagnóstico, pero sí a descartar otras causas de dolor en el hombro, dolor cervical o dolor irradiado a extremidades.
- Electromiograma: Generalmente normal. La afectación del n cutaneoantebraquial medial es muy sugestiva del diagnóstico. Nos sirve para descartar otras causas de dolor irradiado en las extremidades superior que puedan coexistir con el síndrome del pectoral menor, como neuropatías periféricas o radiculopatías cervicales.
- Bloqueos anestésicos en músculo pectoral menor: Los bloqueos anestésicos a nivel muscular o bloqueos con toxina botulínica, nos sirven para confirmar el diagnóstico, si existe mejoría clínica con una nueva valoración del test de Roos posbloqueo.
¿Cómo se trata el síndrome del pectoral menor?
El tratamiento del síndrome del pectoral menor depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. Algunos de los tratamientos más comunes incluyen:
- Terapia física: La terapia física puede ayudar a fortalecer los músculos del hombro y corregir la postura. El terapeuta también puede proporcionar ejercicios específicos para aliviar la tensión en el pectoral menor y mejorar la movilidad. Los estiramientos del pectoral menor y la corrección postural son la base fundamental del tratamiento rehabilitador.(Ver ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para el Síndrome del opérculo torácico)
- Terapia manual: La terapia manual, como la manipulación de partes blandas, pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor en el hombro.
- Regulación y modificación de las actividades de la vida diaria: Modificar o evitar ciertas actividades que puedan estar contribuyendo al síndrome del pectoral menor puede ayudar a aliviar los síntomas.
- Infiltraciones ecoguiadas: Las infiltraciones ecoguiadas que combinen anestésicos y corticoides pueden darnos orientación diagnóstica a la vez que tratamos el dolor del pectoral menor.
En casos graves, puede ser necesaria una combinación de tratamientos para lograr una mejoría significativa o en casos más severos cirugía en los síntomas.
Pide Cita con el Dr. Jordi Jiménez. Te atenderá en el centro de Palma de Mallorca y te ayudará a recuperar tu calidad de vida.